Cómo enfrentar una conversación difícil

Cómo llevar a buen término conversaciones difíciles, es uno de los temas más recurrentes en las sesiones de coaching

En estas conversaciones siempre hay una intensidad emocional básicamente por 3 razones:

  • porque la otra persona es una persona a la que aprecias y no quieres hacerle daño
  • porque nos enfrentamos a una persona que le hemos dado el poder de influir mucho en nosotros, como un compañero que consideramos que sabe más o un jefe nos intimida.
  • porque nos cuesta hablar por miedo a las malas consecuencias, al enfado, a dar mala imagen, o que nos dejen de valorar o apreciar.

Y esto causa a veces ansiedad, dolor de estómago, muchos nervios, ganas de huir… ¿Pero y si te dijera que trabajando una estrategia y algunos consejos puedes reducir ese nervio que te provoca?

1- Lo primero es entender que es lo que te genera tanta preocupación.

Para reducirla, hay que explorar ese miedo: ¿Qué es lo peor que te podría pasar en esta situación? Sí, imagínatelo… imagina que lo peor que puede pasar suceda y date cuenta de que soluciones podrías encontrar, date cuenta de que harías y cómo saldrías de ella. Ponte ya en marcha a ver esas soluciones. Al explorar el miedo y ver como sería, uno se da cuenta de que podría reponerse a ello y de que realmente no es tan terrible.conversación difícil

Ahora, tienes que saber que somos muy malos prediciendo lo que nos puede llegar a pasar, y en el 99% nunca sucede el peor escenario. Las desgracias vienen sin avisar y lo malo que predecimos nunca ocurre.

Date cuenta de que precio vas a pagar si esta conversación no la tienes. No sólo te estarás abandonando a ti mismo sino que además las cosas irán a peor.

 

 

2- Empecemos a practicar la conversación:

Toma las riendas, la persona que empieza y luego hace preguntas es la que tiene más control de la conversación. Empieza planteando de que quieres hablar y cuál es tu objetivo, baja la presión marcando un objetivo que ayude a generar una buena conexión con el otro.

Toma nota, vamos a preparar tu conversación:

  • Primero expón la situación concreta en la que se ha dado el hecho: quiero hablarte de … concretamente de cuando…
  • Explica la acción que ha sucedido (si es un hecho pasado) o lo que podría suceder (hecho futuro) lo más objetivo posible.
  • Integra su intención: Yo entiendo perfectamente que tu prioridad/tu intención es que ….
  • Explica el impacto que esto ha tenido o tiene: pero también necesito que entiendas o tengas en cuenta que…. Aquí das a explicar tu emoción o el impacto que esta generando en ti.
  • Formula una pregunta cerrada para pedir permiso y buscar el SI como respuesta: ¿Te parece si revisamos o miramos de buscar una solución?
  • Plantea una pregunta abierta para buscar soluciones:¿Qué posibles soluciones ves a esto?

3- Prepara la estrategia de negociación.

  • Aquí es dónde ya tienes que tener preparado de 2 a 3 posibles soluciones si ves que la otra persona no esta aportando.
  • Prepara las objeciones que vas a encontrar y que vas a responder a ellas. A veces se dicen objeciones que no son las verdaderas, que enmascaran la realidad. Cuando exponga la primera objeción, pregunta: Si solucionásemos esta objeción, estaría resuelto? O hay algo más?
  • También prepara escenarios de negociación, en los que ambos salgáis ganando. Se le llama WIN-WIN y es proponer un esfuerzo, ponérselo más fácil al otro por tu parte para acercar posiciones y encontrar una solución en los que los dos salgáis ganando.

conversación difícil

4- Prepara el Cierre:

  • aunque ahora ya lo tengas todo muy pensado, nunca podemos saber como va a reaccionar el otro. Prepárate para lo peor y si no llega a buen puerto,  cierra con un final abierto, de manera que el otro no se piense que ha ganado: Ok, gracias por esta conversación, deja que medite lo que hemos hablado, puede que vuelva a retomarlo en unos días. De esta manera te dará tiempo de prepararte la siguiente reunión.
  • Si habéis llegado a un acuerdo, es importante que le comuniques que le mandaras un email por escrito para dejar constancia (si lo ves necesario) y fijar una fecha del cumplimiento o una fecha para la siguiente conversación. Que nada quede al azar…

Hasta aquí, en el siguiente post os hablaré de cómo gestionar una discusión o a una persona muy enfadada.

¡Mucha suerte! 

¿Te cuesta enfrentarte a conversaciones difíciles?

Entiendo que dudes si el coaching puede ayudarte, por eso puedes solicitar una sesión de prueba sin compromiso, en la que nos pondremos a trabajar tu situación y así podrás valorarlo.

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