¿Como superar las críticas o lo que piensen los demás de ti?

No nos vamos a engañar, a todos nos gusta caer bien, que aprueben o alaben lo que hacemos y no nos gusta ser criticados. Aún así, nos toca vivir con ello, lo importante es que puedas llevarlo sin que eso te bloquee o te lleve abajo. De modo que aquí tienes 10 verdades que cambiarán tu modo de ver las críticas y el hecho de lo que piensen de ti.

1- No te preocupes demasiado por lo que los demás piensen de ti porque están demasiado ocupados preguntándose que es lo que tú piensas de ellos.

2- Lo que crees que piensan otros, son más tus propias voces de miedos y críticas que las de otros. En cualquier caso, son SÓLO OPINIONES, NO SON VERDADES, salvo que te las creas y las conviertas en tus VERDADES. Ten en cuenta que las opiniones son gratuitas, que cada persona como tal tiene una diferente y lo tomamos como críticas malas.

3- Es mejor ser criticado que ignorado, significa que te mueves, que eres visible y que te expones…

4- Siguiendo con la idea anterior… Esta imagen lo dice clarinete 😉

 

 5-  “Nadie te puede hacer sentir inferior sin tu consentimiento.” “No hace daño el que quiere, sino el que tú permites que lo haga.” Si duele es porque hay una parte de ti que cree que tiene razón o porque en esa parte no tienes tanta autoestima, de modo que las críticas tiene que ver más contigo de lo que te crees, te esta mostrando dónde tienes que mejorar o trabajar.

6- Si la crítica parece con maldad o recochineo, es porque esas personas tienen baja autoestima en ciertos puntos.  Es su forma de expresar cierta rabia y para poder sentirse superiores o iguales a ti, se alivian criticándote. Si puedes perdónales, porque no lo hacen de un modo consciente, buscan su propio alivio. 

“Me niego a sentirme mal sólo para hacer que otros se sientan mejor”.

7- Lo importante es que entiendas que aquí no tienes que agradar a otros sino a ti mismo, porque en esta vida amigo mío, no compites contra nadie, sólo contigo mismo. Así que si te tienen que criticar que sea por cosas que de verdad te hacen feliz.

8- Después de un ataque o una crítica, es natural que nos ofendamos, tenemos una reacción automatizada como animales que somos, para poder responder ante cualquier amenaza, sin embargo hoy en día, ya no tenemos la misma necesidad, así que procura respirar y contenerte unos segundos hasta que tengas una respuesta adecuada.

9- Haz algo con ello. Sea hacer saber al otro el daño que te hace sin entrar en su juego, sea alejándote de esa persona,  sea analizando que mensaje hay en todo esto o sea haciendo una buena acción a otra persona que sustituya  la mala que te han hecho. Sobre todo no te quedes quieto!

10- Y para cerrar, te dejo dos cuentos con moraleja 😉

 

Cuento 1: Unas ranas se dispusieron a subir a un árbol mientras a su alrededor se reunían sus compañeras comentando lo locas que estaban, que que se creían, que nunca lo iba a conseguir, etc…

Las ranitas que subían al árbol fueron cayendo una a una, excepto una, que logró subir hasta arriba del todo. ¿Por qué? Porque estaba sorda y no podía oír los comentarios de las que estaban abajo.

¿Sabes qué? Es muy fácil estar abajo quejándote y amargando a los que intentan subir, lo difícil es atreverte a subir al árbol. Así que decide, ¿qué tipo de rana eres tú?
Cuento 2: Dos monjes zen iban cruzando un río. Se encontraron con una mujer muy joven y hermosa que también quería cruzar, pero tenía miedo. Así que un monje la subió sobre sus hombros y la llevó hasta la otra orilla. El otro monje estaba furioso pero no decía nada, eso estaba prohibido. Un monje budista no debía tocar una mujer y este monje no sólo la había tocado, sino que la había llevado sobre los hombros.

Estuvieron caminando todo el día hasta que llegaron al monasterio, mientras entraban, el monje que estaba enojado se volvió hacia el otro y le dijo: 

-Tendré que decírselo al maestro.Tendré que informar acerca de esto, está prohibido. 

-¿De qué estás hablando? ¿Qué está prohibido? -le dijo el otro. 

-¿Te has olvidado? Llevaste a esta hermosa mujer sobre tus hombros -dijo el que estaba enojado. 

El otro monje se rió y luego dijo: 

-Sí, yo la llevé. Pero la dejé en el río, muchas leguas atrás. Tú todavía la estás cargando…

Lo que no puedes permitir es que esas palabras que pasaron hace tiempo y que ya no existen en tu presente las lleves cargándolas encima todavía.

 

¡Ya estás listo para exponerte más al mundo y ser tu mismo… Adelante!

¡Muchos Happies!