¿Cómo podemos neutralizar las adversidades?

A lo largo de nuestra existencia, todos tenemos que sobrepasar un montón de obstáculos, desde piedrecitas en los zapatos hasta escalar grandes montañas que nos nublan el cielo.

Un estudio confirma que nos topamos ante 23 adversidades al día, eso hace unas 20.000 en nuestra vida. La buena noticia es que la mayoría son pequeños inconvenientes que no tienen porque afectarte. 

1- Partir de la base, que la vida es así, las cosas no salen como nos imaginamos. Sé que esta frase la tienes muy escuchada pero presta atención!  Esto significa, que dejes de imaginarte todo de un modo súper ideal, sino que acepta que dentro de lo que te imaginas que sucederá necesitas ponerle una dosis de contratiempos.

De modo que de cara a cada día, tienes que saber que habrá cosas buenas y otras no tan buenas, puedes tener hasta 23 adversidades, pero que no tienen porque amargarte el día.

2- El contratiempo, obstáculo, adversidad puede rápidamente neutralizarse si lo describes objetivamente por lo que es, ni más ni menos. Sufrimos más de la cuenta porque le añadimos capas de drama, lo convertimos en algo terrible y además nos regocijamos un buen rato reviviendo lo desgraciados que somos…. Describe el hecho concreto, quédate con eso y pasa a otra cosa.

3- A mi personalmente me ayuda mucho decirme lo siguiente cuando empiezo a frustrarme: Bueno, es verdad que no es lo mejor, pero no es tan terrible. No vale la pena que me amargue por ello, puedo ser feliz igual. Y te advierto que la cosa cambia mucho…

4- Mirar desde arriba. Imagina que puedes observar toda la línea de tu vida, pasado, presente y futuro desde arriba. ¿Qué supone este contratiempo en el conjunto de toda tu vida? Pues seguramente poco… 

5- Tener siempre un presupuesto para imprevistos, de manera que nunca cuentas con ello y no dolerá tanto si tienes que usarlo… En los viajes y en los proyectos igual, añadir al presupuesto general un % para lo mismo.. y si al final no sucede nada pues te regalas algo 😉 Lo mismo, con el tiempo. A veces vale la pena disponer de más tiempo para no tener que ir angustiado corriendo…

6- haz una lista de las típicas cosas que te irritan y prepara una tarea o ejercicio para pasar mejor ese rato.

p.ej;

• Hacer colas o atascos: puedo aprovechar para llamar a alguien, jugar al veo veo con alguien, escuchar música y cantar…
• Hay retraso y te toca esperar: puedo hacer limpieza de emails, de fotos, buscar un regalito sorpresa para alguien, leer sobre mis curiosidades…

Y para finalizar, hace un tiempo aprendí una bonita metáfora y os lo voy a intentar resumir en un cuento:

Eran dos gemelos, Juan y Pablo  y como iban al mismo curso se enfrentaban a la vez a los mismos estudios y exámenes. Al final siempre aprobaban con buenas notas pero mientras que Pablo iba siempre tranquilo, Juan sufría por sacar buenas notas y parecía que le costaba mucho más esfuerzo. Hasta que un día, el padre de ambos murió de un ataque al corazón y al poco tiempo Pablo siguió con su vida como siempre mientras que Juan entró en depresión.

Los obstáculos pueden ser pequeños o enormes pero lo importante no es el tamaño del obstáculo sino tu propio tamaño frente a ellos. Pablo siempre ha sido más grande que sus problemas, el tamaño de Pablo frente a las adversidades era mucho mayor y así podía atravesarlos más fácilmente mientras que Juan todo lo veía enorme porque su propio tamaño era minúsculo.

Tendemos a terribilizar los contratiempos en lugar de otorgarles su justo tamaño. Si terribilizas sobre algo que al final en la vida no tiene importancia y eso te amarga el día, date cuenta de como te enfrentarás a los golpes más duros…

Así que os deseo una feliz semana de rentrée porque “bueno, es verdad que no es lo mejor, pero no es tan terrible. No vale la pena que te amargues por ello, puedes ser feliz igual.”