10 pasos para aprender a perdonar

El perdonar a otros, no es porque lo merezcan, sino porque tú mereces estar en paz

Estamos tan concentrados en vivir cada día y mirar hacia el futuro que raramente prestamos atención a hacer limpieza de cosas que nos lastran en nuestra vida. Como los resentimientos o rabias que tenemos hacia ciertas personas y que sólo lo sufrimos cuando tenemos que volver a lidiar con ellos.. ¿te suena?

Son personas a las que cuando piensas en ellas, te vienen recuerdos negativos y rabia sobre cosas que hicieron, te pones tenso o nervioso si vas a tener que encontrarte con dicha persona y no le deseas especialmente el bien…

Carrie Fisher dijo que “Aferrarse a la ira o guardar rencor es como beber veneno y esperar que la otra persona muera.” Entiende que odiar o guardar rencor contra alguien te hace daño sólo a ti: mientras la otra persona sigue feliz con su vida, tú dedicas tu tiempo a amargarte.

Perdonar

No te prometo que consigas perdonar 100% a alguien, porque eso es querer ponerle mucha voluntad, aprendizaje y madurez (yo de hecho me he apoyado en el coaching y constelaciones familiares) pero esto puede ser un muy buen principio para que vayas generando cambio dentro de ti.

1. Haz una lista con aquellas personas a las que no puedes perdonar.

Pueden ser personas con las que te gustaría reconciliarte o personas que te cuesta muchísimo perdonar. Pueden estar en tu entorno actual o ser incluso personas que ya han fallecido.

2. Elige una de ellas y escribe todo lo que sientes. Desahógate sobre el papel y saca lo que llevas dentro. Cuando hayas escrito todo lo necesario rompe el papel o quémalo (con cuidado por favor) y siente cómo te liberas de la rabia que llevabas dentro.

3. Escribe ahora las razones o los actos que hacen que sientas resentimiento.

4. Mide su intención en lugar del impacto que generó. Date cuenta que en esta lista has escrito los impactos que esta persona ha generado en ti o en otros pero puede que la intención que tenía esta persona era otra bien distinta, sólo que la manera o las formas no eran las más adecuadas.

Medimos a los demás por sus impactos en nosotros y sin embargo nos medimos a nosotros mismos por las intenciones que tenemos, de ahí que siempre haya tanto conflicto y que las personas nos cueste tanto llegar a entender lo que ha hecho el otro. Ahora haz el esfuerzo de entender cual era la verdadera intención de esta persona con sus actos, cuales eran los motivos, porque seguramente no lo hizo bien, pero su intención puede que no fuera tan mala.

Si crees que la intención también era mala, entonces, es que esta persona esta bastante mal por dentro y con sus actos busca la manera de poder sentirse mejor, “hacer daño a otros” le hace sentirse que vale más o que es mejor.

5. haz una lista de los defectos o atributos que no te gustan de esta persona. Después pon a cada lado de un defecto o atributo, un ejemplo tuyo o un momento tuyo en el que tú también fuiste o te comportaste de ese modo. La idea es, que en realidad todos somos versiones de unas mismas cualidades o defectos. Cada uno tiene potenciados unos y más ausentes otros.

6. Busca qué debes aprender. La vida es como una escuela en la que se te van a presentar lecciones que aprender en el camino. ¿Qué has aprendido gracias a esta persona? Quizás has aprendido lo que no te gustaría ser, o quizás has tenido que desarrollar paciencia, empatía o justicia…

7. Agradece a esta persona lo que te ha permitido ser, desarrollar o aprender. Haz este esfuerzo, trata de agradecer por escrito todo aquello que puedas, por insignificante que sea.

8. Ahora escribe los atributos positivos, virtudes o cosas que hace bien esta persona. Intenta mirarlo desde una perspectiva objetiva y reconoce lo bueno que tiene.

9. Quizás ahora puedas reconocer  que también parte de tus actos pueden generar un impacto negativo. Escribe aquello de lo que querrías disculparte. Date cuenta de si lo has estado juzgando mucho, cómo es sentirse cuando una persona te ha estado juzgando como tu lo has hecho con esa persona… es importante saber esto a la hora de perdonar.

10. Declara, Lo siento y te perdono.

Cuando verbalizamos algo, estamos más cerca de que se haga real. Las palabras tienen un poder sanador, si las empleamos con firmeza y determinación. Haz una declaración del tipo: “para mi propia felicidad, te pido lo siento y te perdono.” Repítelo en voz alta, con seguridad, aunque no termines de creerlo.  Repítelo unas 20 veces…

 

Y recuerda….

perdonar

Te deseo lo mejor y que tengas mayor paz interior 😉

 

¿Te cuesta perdonar a las personas cercanas o no sabes como hacerlo?

Si crees que te va a costar poner en práctica estos tips, quizás podríamos hacerlo junt@s. Para que lo valores, te invito a que hagas una sesión suelta de coaching sin compromiso y puedas comprobarlo.

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